viernes, 27 de julio de 2007

¿A que nos exponemos?


De acuerdo con los resultados entregados en esa ocasión y presentados en resumen en el documento “Cambio climático en Colombia y el mundo”, se identificaron entre otras las amenazas, las situaciones concretas de vulnerabilidad, los posibles problemas de salud, el efecto sobre el recurso hídrico del país y la afectación del sector agropecuario. En cuanto a las amenazas, el país puede verse afectado por el incremento del nivel del mar, las modificaciones de la temperatura media del aire y de la precipitación. En el incremento del nivel del mar, se estableció que hacia el 2050-2060 podría presentarse un aumento alrededor de 40 o 60 centímetros en las costas Caribe y Pacífico colombianas, respectivamente. En relación con la temperatura del aire, se estima que en la misma época, podría darse un aumento de 1°C a 2°C. En cuanto a la precipitación, se prevén cambios variados para diferentes regiones, aumento para algunas y disminución para otras, que estarían alrededor de (+ y -) 15%. Para las zonas costeras e insulares se estableció, por ejemplo, que el incremento del nivel medio del mar en un metro causaría la inundación permanente de 4.900 km2 de costas bajas. Los sistemas naturales como las playas y marismas serían los más afectados por la erosión y la inundación del litoral. La población que se encuentra en áreas expuestas a dicha inundación es de aproximadamente 1,4 millones de habitantes. Para el litoral Caribe, sólo el 9% de las viviendas urbanas presentó alta vulnerabilidad a la inundación, mientras que el porcentaje aumenta al 46% en el sector rural. En el litoral Pacífico, 87% del sector rural y 48% de las viviendas del sector urbano son altamente vulnerables. Para el litoral caribe, el análisis concluyó que en el sector agropecuario de las 7´208.299 hectáreas (ha) de cultivos y pastos reportadas, 4,9% están expuestas a diferentes grados de amenaza por inundación. En el sector industrial, se encontró que 75,3% del área ocupada por los establecimientos manufactureros en Barranquilla y 99,7 % en Cartagena son de alta vulnerabilidad y se considera que 44,8 % de la malla vial terrestre tiene también este nivel alto de vulnerabilidad. En el caso de la isla de San Andrés, su área se reduciría entre 12 y el 17% debido al ascenso del nivel del mar. Las zonas más afectadas representan la mayor parte de la riqueza natural de la isla por ser el sector donde se asienta la infraestructura turística y comercial. El estudio del sector agrícola determinó que las zonas más afectadas serían las de alta montaña, superiores a los 2700 metros sobre el nivel del mar, donde se cultiva principalmente papa, pastos para ganado y hortalizas. Por otro lado, la región Caribe, los valles interandinos, la Guajira y los altiplanos cundiboyacense y nariñense son altamente susceptibles a procesos de desertificación, es decir, a la degradación de los suelos hasta hacerlos improductivos. Con respecto a la salud humana, se establecieron las zonas más expuestas a la malaria y el dengue, enfermedades que podrían expandirse a causa del cambio climático. En este sentido estarían expuestos a la malaria la totalidad de los municipios de los departamentos del Chocó y Guaviare; algunos municipios de Putumayo, Caquetá, Amazonas, Meta, Vichada, Vaupés, Guainía y Arauca; las zonas de la vertiente del Pacífico de los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca, y las correspondientes al Urabá antioqueño, sur de La Guajira, Catatumbo y las zonas del Bajo Magdalena, Bajo Cauca, Nechí, Alto San Jorge y Alto Sinú. En cuanto al dengue, las áreas de mayor vulnerabilidad se sitúan en Santander, Norte de Santander, Tolima, Huila, Atlántico y Valle del Cauca.

No hay comentarios: