jueves, 18 de octubre de 2007

"Calentamiento global, problema grave en 20 años"

Miami, De no comenzar desde ahora a mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, en menos de 20 años el calentamiento global será el principal problema que enfrentará el mundo entero, dado que este fenómeno cambiará el patrón de lluvia y sequía en todo el planeta, coincidieron decenas de especialistas reunidos en el Green Forum, celebrado en esta ciudad y organizado por la revista Poder.

Los expertos señalaron a las ciudades como los principales sitios donde se deben redoblar esfuerzos, dado que en éstas se produce 75% del dióxido de carbono que sube a la atmósfera.
Por eso plantearon que no basta con cumplir con el Protocolo de Kioto, sino que urge elaborar un pacto entre las principales ciudades del mundo, para tener una estrategia que haga disminuir dichas emisiones hasta en un 90%.

En ese escenario, el principal problema que identificaron los científicos, políticos y empresarios reunidos fue el transporte público, el cual no debe cambiarse necesariamente para que use biocombustible o electricidad, sino mejorarse, dado que con instalar motores eficientes a los camiones públicos se disminuiría en casi un 50% la emisiones del dióxido de carbono.
Los especialistas destacaron que el cambio climático ya comienza a presentar sus primeras repercusiones; entre ellas está que cerca del 30% de las especies marinas de uso comercial están en peligro de desaparecer, no sólo por la sobreexplotación, sino porque se han roto ecosistemas en los océanos por el incremento de la temperatura de las aguas.

Sylvia Earle, de National Geographic Explorer, sostuvo que de continuar con las tendencias actuales de incremento de temperatura y sobreexplotación marina, en el año 2050 más de 60% de las especies de uso comercial estarían en peligro de desaparecer. Esto, dijo, debe ser tomado en cuenta, dado que de manera directa millones de personas viven de la pesca, pero las repercusiones indirectas de esa destrucción se reflejarían en casi toda la población mundial.
El riesgo, comentó, es que el cuidado del medio ambiente, sobre todo lo que respecta a los océanos, no es muy preocupante para la gente, porque los ven como ecosistemas inmensos, que difícilmente podrían dañarse.

En cuanto a la disponibilidad de agua potable en el mundo, la directora ejecutiva de la Fundación Global del Agua, Stella Thomas, dejó en claro que sólo seis países en todo el orbe pueden presumir de que cuentan con reservas suficientes de este líquido para su población en el corto y mediano plazos.

El resto de los países están desde ahora sometidos a un estrés del líquido, es decir, a una disposición inferior a la requerida para abastecer de manera adecuada a su población, e incluso ahora, 75 millones de personas tienen severas deficiencias para abastecerse de él.
Eso ha obligado a extraer más agua del subsuelo, cada vez a mayor profundidad, como sucede en la ciudad de México, dijo la especialista, donde el crecimiento poblacional provoca un acelerado desgaste de los mantos freáticos.

En su oportunidad, Peter Lehner, director ejecutivo de el Consejo Nacional de Defensa de los Recursos Naturales en Estados Unidos, explicó que la poblaciones que más pronto padecerían de escasez de agua, además de las que viven en las grandes ciudades, serán las que habitan en las zonas de las montañas.

El Green Forum contó con el patrocinio de organizaciones como Environmental Defense, Natural Resources Defense Council, la revista National Geographic, y las universidades de Columbia y de Georgetown, entre otros.

Que hacemos al respecto


El informe de IPCC contribuyó para que 150 países firmaran la Convención sobre cambios Climáticos, durante la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro en 1992. La Convención hace un llamado a los países industrializados para que en el año 2000 retornen las emisiones de gases invernaderos a los niveles de 1990.
También busca estabilizar las concentraciones de gases invernaderos en la atmósfera a niveles que prevengan severas intervenciones (inducidas por el hombre) del sistema climático".
Sin embargo la Convención deja una serie de preguntas sin respuestas. Desde Río, las conversaciones sobre la convención han estado en mano del Comité negociador intergubernamental (INC). Los países que han ratificado la convención se reunirán por primera vez en Berlín en marzo de 1995. Dicha reunión debera responder las siguientes preguntas:
¿Qué pasará después del año 2000?
¿Para ser verdaderamente efectivo, hasta que niveles y cuando deberán reducirse los gases invernadero?
¿Podrán los países seguir emitiendo más CO2, si plantan suficientes árboles para absorber los gases del aire?
¿A qué nivel tope deberán reducirse mundialmente dichas emisiones a fin de estabilizar los gases invernaderos en la atmósfera?
De acuerdo con el IPCC, si fuésemos a estabilizar las concentraciones de gases a los niveles actuales, deberán reducir, en la actualidad, las emisiones del CO2 en un 60 por ciento.
La Convención requiere que todas las naciones midan tanto sus emisiones de gases invernadero así como los llamados "pozos de carbón", tales como los bosques que absorben dichos gases. Y deberán diseñar planes nacionales para ser más eficientes energeticamente, modificar las políticas de transporte y motivar a las personas para que disminuyan su contribución al efecto invernadero.

Que hace colombia ante el calentamiento global


En cuanto a las amenazas, el país puede verse afectado por el incremento del nivel del mar, las modificaciones de la temperatura media del aire y de la precipitación. En el incremento del nivel del mar, se estableció que hacia el 2050-2060 podría presentarse un aumento alrededor de 40 o 60 centímetros en las costas Caribe y Pacífico colombianas, respectivamente. En relación con la temperatura del aire, se estima que en la misma época, podría darse un aumento de 1°C a 2°C. En cuanto a la precipitación, se prevén cambios variados para diferentes regiones, aumento para algunas y disminución para otras, que estarían alrededor de (+ y -) 15%.

Para las zonas costeras e insulares se estableció, por ejemplo, que el incremento del nivel medio del mar en un metro causaría la inundación permanente de 4.900 km2 de costas bajas. Los sistemas naturales como las playas y marismas serían los más afectados por la erosión y la inundación del litoral. La población que se encuentra en áreas expuestas a dicha inundación es de aproximadamente 1,4 millones de habitantes. Para el litoral Caribe, sólo el 9% de las viviendas urbanas presentó alta vulnerabilidad a la inundación, mientras que el porcentaje aumenta al 46% en el sector rural. En el litoral Pacífico, 87% del sector rural y 48% de las viviendas del sector urbano son altamente vulnerables.

Para el litoral caribe, el análisis concluyó que en el sector agropecuario de las 7´208.299 hectáreas (ha) de cultivos y pastos reportadas, 4,9% están expuestas a diferentes grados de amenaza por inundación. En el sector industrial, se encontró que 75,3% del área ocupada por los establecimientos manufactureros en Barranquilla y 99,7 % en Cartagena son de alta vulnerabilidad y se considera que 44,8 % de la malla vial terrestre tiene también este nivel alto de vulnerabilidad.

En el caso de la isla de San Andrés, su área se reduciría entre 12 y el 17% debido al ascenso del nivel del mar. Las zonas más afectadas representan la mayor parte de la riqueza natural de la isla por ser el sector donde se asienta la infraestructura turística y comercial.

El estudio del sector agrícola determinó que las zonas más afectadas serían las de alta montaña, superiores a los 2700 metros sobre el nivel del mar, donde se cultiva principalmente papa, pastos para ganado y hortalizas. Por otro lado, la región Caribe, los valles interandinos, la Guajira y los altiplanos cundiboyacense y nariñense son altamente susceptibles a procesos de desertificación, es decir, a la degradación de los suelos hasta hacerlos improductivos.

Con respecto a la salud humana, se establecieron las zonas más expuestas a la malaria y el dengue, enfermedades que podrían expandirse a causa del cambio climático. En este sentido estarían expuestos a la malaria la totalidad de los municipios de los departamentos del Chocó y Guaviare; algunos municipios de Putumayo, Caquetá, Amazonas, Meta, Vichada, Vaupés, Guainía y Arauca; las zonas de la vertiente del Pacífico de los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca, y las correspondientes al Urabá antioqueño, sur de La Guajira, Catatumbo y las zonas del Bajo Magdalena, Bajo Cauca, Nechí, Alto San Jorge y Alto Sinú.

En cuanto al dengue, las áreas de mayor vulnerabilidad se sitúan en Santander, Norte de Santander, Tolima, Huila, Atlántico y Valle del Cauca.